Cuanto más tiempo dejes sin tratar tu audición, más difícil será oír mejor una vez que te adaptes tus audífonos. Esto se debe a la privación auditiva , que no solo es mala para la audición. Investigaciones concluyen que la pérdida de audición no tratada entre los adultos mayores pone a las personas en mayor riesgo de desarrollar demencia y enfermedad de Alzheimer, así como otros problemas emocionales y físicos. ¿Las buenas noticias? Los audífonos pueden retrasar la aparición de estas afecciones.
También te ayudarán a vivir mejor. Aunque la tecnología actual de los audífonos no restaurará tu audición a la normalidad, mejorará en gran medida tu calidad de vida. Este aumento de la calidad de vida se aplica a cualquier adulto mayor con pérdida auditiva, incluidos los que viven en residencias.
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