No es extraño que acudan personas al gabinete solicitando una revisión auditiva por sus sospechas de tener pérdida de audición ante los problemas de comunicación que les surgen en su día a día. Y en algunos casos nos encontramos con situaciones similares a la que relatamos a continuación: audiograma de tonos puros normal, pero dificultad en la logoaudiometría con ruido de fondo. ¿Cómo sería más conveniente proceder en estos casos?
Un Ejemplo común
La señora Pérez, de 45 años, madre de tres hijos y jefa de una pequeña empresa es la primera paciente del día. La audióloga saluda a la señora Pérez, la acompaña a su oficina y comienza a realizarle la anamnesis o entrevista previa antes de realizar la pruebas audiométricas. Se da cuenta de que la señora Pérez parece tener una ligera dificultad para responder a sus preguntas, y esto la estresa.
La Sra. Pérez revela que cada vez tiene más dificultades para escuchar a su marido e hijos en casa, y a sus empleados en las reuniones semanales. Reporta dificultad para escuchar a amigos en restaurantes ruidosos y prefiere no ir más al cine porque no puede seguir los diálogos de las películas, especialmente cuando las personas tienen un acento diferente, y comenta que los sonidos de fondo y la música son demasiado fuertes.
Su historia clínica no revela ningún tipo de problema otológico o medicamentoso. La Sra. Pérez reportó cierta exposición al ruido por su afición al tiro, y a maquinaria agrícola cuando era más joven en la granja de su padre. Además trabajó durante unos años en una ruidosa imprenta. Sus principales quejas incluyen algunas dificultades de audición y problemas para entender el habla en ruido, así como tinnitus e hiperacusia ocasional.
La audióloga ha visto a muchos pacientes con estos mismos problemas y espera encontrar una pérdida auditiva neurosensorial de leve a moderada. Sin embargo, después de completar sus pruebas audiométricas de diagnóstico rutinario, descubre que su audición esta dentro de los límites normales
Los umbrales de tonos puros de las frecuencias bajas y medias fueron de 5-10 dB HL y los de más de 2000 Hz fueron de 25 dB HL. Los únicos hallazgos anormales fueron resultados ligeramente más pobres de lo normal en la prueba de habla en ruido, y disminución de las otoemisiones acústicas en las frecuencias más altas.
El diagnóstico no era lo que la Sra. Pérez esperaba y esto parece causarle aún más preocupación porque comienza a cuestionar su cordura. Después de haber visto muchos casos como este a lo largo de su carrera, la audióloga le asegura que sus quejas son reales y que no está ni loca ni hipocondríaca. Afortunadamente, la audióloga estaba al tanto de pacientes con problemas similares. Le informó brevemente sobre la pérdida auditiva oculta y la sinaptopatía coclear, y los trastornos auditivos relacionados, lo que sugiere que podría haber una conexión con sus síntomas.
En lugar de simplemente citarla para volver a realizar la prueba en un año, o antes si la cosa empeoraba, la audióloga le informó sobre las tecnologías que pueden ofrecer soluciones a sus problemas. Comenzó una prueba con audífonos digitales para pérdidas leves a moderadas, y un micrófono remoto para usar en reuniones y restaurantes.
La Sra. Perez volvió a la semana siguiente. La audióloga esperaba que la Sra. Perez devolviera los audífonos y el micrófono remoto debido a la ligera naturaleza de su pérdida auditiva, ya que pocas personas quieren usar audífonos si no tienen más remedio que hacerlo.
Se sorprendió al descubrir su satisfacción por escuchar mucho mejor en casa y en el trabajo, y porque el micrófono remoto había funcionado perfectamente en dos ocasiones que lo necesitó. Además, informó que había usado los audífonos durante aproximadamente 8 horas al día, que su tinnitus no era tan molesto al usar los audífonos, y que, aunque los sonidos fuertes todavía la molestaban, eran más tolerables con los audífonos. Dijo que estaba menos estresada cuando usaba los audífonos y que no tenía que esforzarse tanto para escuchar, que escuchar parecía requerir menos esfuerzo.
De hecho, estas mejoras se reflejaron en los cuestionarios de satisfacción pre y post adaptación que la audióloga hizo completar a la Sra. Perez. Por lo tanto, la Sra. Perez recibió soluciones y obtuvo resultados positivos para su problema de audición.
Es probable que la mayoría de los audiólogos hayamos encontrado pacientes similares. Este escenario cada vez más habitual debería recordarnos que es importante escuchar las quejas de nuestros pacientes y estar preparados para ayudarlos a encontrar soluciones para sus problemas auditivos reales.
The Hearing Review
Centro Auditivo Cuenca
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T (viernes, 23 noviembre 2018 23:24)
Gracias por su articulo y asi de locas nos ponemos las mamas de niños implantados
Centro Auditivo Cuenca (lunes, 26 noviembre 2018 18:21)
Gracias a usted por leernos. Un cordial saludo!