¿Le han diagnosticado una lesión cerebral traumática (LCT) o una conmoción cerebral?
Cualquiera puede tener una lesión cerebral traumática, pero es más probable que estos eventos sean más graves en personas mayores. La población de 75 años o más tienen un mayor número y tasas de hospitalización relacionada con LCT.
El primer objetivo médico después de una lesión cerebral traumática es estabilizar al paciente. Puede pasar algún tiempo antes de que el paciente manifieste signos y síntomas de trastornos audiológicos, o que los miembros de la familia comiencen a notarlos.
Si tiene una lesión cerebral traumática en su historial médico, incluso una leve, asegúrese de informar a su médico y audiólogo. Es posible que la pérdida de audición y otros problemas auditivos se hayan pasado por alto, o se hayan diagnosticado erróneamente.
¿Qué es una lesión cerebral traumática (LCT)?
La definición médica de una lesión cerebral traumática es un traumatismo craneoencefálico que afecta temporalmente la función normal del cerebro. Las caídas causan casi la mitad de todas ellas, seguidas de accidentes automovilísticos. Cualquier golpe o sacudida que haga que la cabeza se desplace rápidamente hacia adelante y hacia atrás puede hacer que el cerebro se mueva dentro del cráneo, provocando cambios químicos. El golpe no tiene que ser directo a su cabeza; por ejemplo, si sufre un accidente automovilístico y se tambalea hacia adelante violentamente, podría sufrir una lesión cerebral traumática incluso si su cabeza no se golpea con nada. Además, su cerebro puede resultar lesionado incluso si no perdió el conocimiento.
¿Qué problemas auditivos pueden desencadenarse por una lesión cerebral traumática?
Los problemas auditivos (auditivos) pueden incluir:
- tinnitus o acúfenos (zumbido en los oídos)
- pérdida de audición
- sensibilidad al ruido o intolerancia
- disminución de la tolerancia a sonidos específicos
- plenitud auditiva
- problemas de procesamiento auditivo (pasan una prueba de audición pero tiene dificultades para comprender el habla)
Los problemas vestibulares (de equilibrio) pueden incluir:
- mareo
- ataques de vértigo
- problemas de equilibrio
- VPPB o vértigo posicional paroxístico benigno (la sensación de dar vueltas)
- cinetosis
- inestabilidad general
Acúfenos después de una conmoción cerebral o una lesión cerebral
Más de la mitad de los pacientes con LCT desarrollan tinnitus o acúfenos, y ese número es mayor si estuvieron expuestos a una explosión. Los sonidos fantasmas, que van desde silbidos hasta zumbidos, son el primer problema y el más reportado con una lesión cerebral traumática. El tinnitus puede tener un gran impacto emocional.
El tinnitus puede ser una consecuencia directa de la lesión o un efecto secundario de los medicamentos que se usan comúnmente para tratar los síntomas relacionados con un LCT, incluidos los antidepresivos ISRS (Prozac y otros), los analgésicos de venta libre (aspirina y otros) y benzodiazepinas ansiolíticas (Xanax, Klonopin y más).
La mayoría de las personas con tinnitus también tienen pérdida auditiva, incluso sin ser conscientes de ella. Los audífonos de última generación se pueden programar para enmascarar los sonidos fantasmas y son especialmente útiles junto con la terapia cognitivo-conductual y/o la terapia de sonido para el tinnitus .
Inflamación persistente
En casos leves, es poco probable que la neuroimagen estándar detecte daño cerebral estructural. Puede pasar por alto los cambios sutiles que son comunes con los traumatismos craneoencefálicos leves. Cuando el cerebro se desplaza y rota dentro del cráneo, las fibras nerviosas pueden romperse, un problema técnicamente llamado lesión axonal difusa . Esos desgarros suelen ser microscópicos y pueden no ser evidentes en la tomografía computarizada (TC) o en las imágenes por resonancia magnética (IRM). Sin embargo, pueden provocar una inflamación continua.
Si tiene en su historial una lesión en la cabeza, incluso una leve, asegúrese de informar a su médico o audiólogo. Es posible que la pérdida de audición y otros problemas auditivos se hayan pasado por alto o se hayan diagnosticado erróneamente.
Otra evidencia de efectos persistentes, las LCT aumentan la probabilidad de insomnio, apnea del sueño y otros problemas del sueño hasta 14 años después, según un estudio. El riesgo de tener un trastorno del sueño era mayor si su lesión cerebral traumática era leve. Eso podría deberse a que las personas de este grupo tienen más probabilidades de haber tenido lesiones repetidas que provocaron una inflamación difusa en lugar de una sola lesión cerebral traumática grave, sugirieron los investigadores.
La pérdida auditiva es un resultado común de un LCT
El tinnitus (zumbido en los oídos) es común después de una lesión en la cabeza. Una revisión de 2018 concluyó que incluso entre los pacientes con LCT que no se rompieron ningún hueso en la cabeza, el 58 por ciento tenía alguna pérdida de audición relacionada, aunque a veces solo de manera temporal. En un estudio de más de 1,6 millones de personas en Taiwán, las LCT aumentaron más del doble la posibilidad de pérdida auditiva durante la siguiente década.
¿Por qué ocurre esto? Hay que revisar cómo funciona el oído . El oído medio está formado entre otros por el tímpano, una capa de tejido que vibra en respuesta al sonido. Comunica esa vibración a tres huesos pequeños, llamados huesecillos. La vibración de esos huesos viaja por el líquido en el oído interno y la cóclea, que se comunica con el nervio auditivo.
Pueden haber problemas en cualquier punto de este proceso de la audición, por ejemplo:
- Si se desgarra el tímpano, la sangre se puede acumular en el oído medio, una afección llamada hemotímpano.
- Si los huesecillos se dañan o se desprenden, es posible que el sonido no viaje correctamente. Los tres huesos pueden fusionarse y volverse rígidos y dejar de vibrar, una condición llamada otosclerosis .
- A veces, las lesiones cerebrales desencadenan un crecimiento óseo anormal, llamado osificación heterotópica , que puede afectar su audición si ocurre dentro del oído.
- El síndrome de Ménière, puede desarrollarse un mes después de una lesión cerebral traumática o años después .
- Se pueden dañar las células ciliadas de la cóclea, lo que desencadena tinnitus, mareos y pérdida de audición.
- Una fractura de hueso puede seccionar el nervio auditivo.
- Un LCT puede dañar las células ciliadas dentro de la cóclea (que son responsables de detectar ondas sonoras).
- Un LCT puede dañar las regiones auditivas del cerebro que procesan el lenguaje o el sonido.
¿Cómo se trata la pérdida de audición con las LCT?
Si nota síntomas después de cualquier tipo de traumatismo craneoencefálico, asegúrese de que le revisen la audición como parte de su evaluación.
El tratamiento dependerá del síntoma y su causa. Un tímpano roto, por ejemplo, puede recuperarse por sí solo en aproximadamente un mes. Los huesos osiculares dañados se pueden reparar o reemplazar quirúrgicamente, o restaurar la audición con implantes osteointegrados (si el ORL lo considera) o con audífonos. Los mareos causados por el síndrome de Ménière se pueden tratar con medicamentos, pero no podrá revertir la pérdida auditiva. Un audífono le ayudará.
Asegúrese de realizarse una evaluación auditiva después de cualquier incidente que pueda haber lesionado el cerebro, y mencione su historial cuando consulte con un médico sobre cualquier problema actual de audición o equilibrio.
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