Hablar requiere ambos lados del cerebro. Cada hemisferio asume una parte de la compleja tarea de formar sonidos, modular la voz y monitorear lo que se ha dicho. Sin embargo, la distribución de tareas es diferente de lo que se ha pensado hasta ahora, como lo ha descubierto un equipo interdisciplinario de neurocientíficos y fonólogos en la Universidad Goethe de Frankfurt y el Leibniz-Center General Linguistics Berlin: no es solo el hemisferio derecho el que analiza cómo hablar, el hemisferio izquierdo también juega su papel. Un artículo que resume los resultados de este estudio aparece en la web de la Universidad de Goethe.
Hasta ahora, se suponía que la palabra hablada surge en el lado izquierdo del cerebro y era analizada en el lado derecho. Esto significa que cuando aprendemos a hablar inglés y, por ejemplo, practicamos el sonido equivalente a "th", el lado izquierdo del cerebro controla la función motora de los articuladores como la lengua, mientras que el lado derecho analiza si el sonido producido realmente suena como pretendíamos.
La división del trabajo en realidad sigue diferentes principios, como explica el Dr. Christian Kell, del Departamento de Neurología de la Universidad de Goethe:
“Si bien el lado izquierdo del cerebro controla aspectos temporales como la transición entre los sonidos del habla, el hemisferio derecho es responsable del control del espectro de sonido. Cuando decimos la palabra "madre", por ejemplo, el hemisferio izquierdo controla principalmente las transiciones dinámicas entre fonemas, mientras que el hemisferio derecho controla principalmente los sonidos mismos ".
Su equipo, junto con la foniatra Dra. Susanne Fuchs, pudo demostrar esta división del trabajo en el control temporal y espectral del habla por primera vez en estudios en los que se requería que los hablantes hablaran mientras se grababan sus actividades cerebrales usando imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI).
Una posible explicación para esta división del trabajo entre los dos lados del cerebro es que el hemisferio izquierdo generalmente analiza procesos rápidos como la transición entre sonidos del habla mejor que el hemisferio derecho. El hemisferio derecho podría ser mejor para controlar los procesos más lentos necesarios para analizar el espectro de sonido. Un estudio previo sobre la función motora manual que se publicó en eLife demuestra que este es el caso. Kell y su equipo querían saber por qué la mano derecha se usaba preferentemente para el control de acciones rápidas y la mano izquierda prefería las acciones lentas. Por ejemplo, al cortar pan, la mano derecha se usa para cortar con el cuchillo mientras que la mano izquierda sostiene el pan.
En el experimento, los científicos hicieron que personas diestras golpearan con ambas manos al ritmo de un metrónomo. En una versión, se suponía que debían tocar con cada latido, y en otra con cada cuatro. Al final resultó que, la mano derecha fue más precisa durante la secuencia de golpeteo rápido y el hemisferio izquierdo, que controla el lado derecho del cuerpo, exhibió una mayor actividad. Por el contrario, tocar con la mano izquierda se correspondía mejor con el ritmo más lento y resultó en una mayor actividad del hemisferio derecho.
Tomados en conjunto, los dos estudios crean una imagen convincente de cómo el comportamiento complejo (las funciones motoras de la mano y el habla) son controlados por ambos hemisferios cerebrales. El lado izquierdo del cerebro tiene preferencia por el control de procesos rápidos, mientras que el lado derecho tiende a controlar los procesos más lentos en paralelo.
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