Posibles problemas que tienen solución

Gracias a las nuevas tecnologías y a los servicios profesionales de los audiólogos audioprotesistas, lo que antes era una situación común para muchas familias, hoy en día se dá en contadísimas ocasiones; estamos hablando de que los audífonos acaben guardados en un cajón. Y en estos casos, ya no es por las razones que enumeramos a continuación, sino por la actitud negativa e inamovible de unos pocos pacientes con respecto a llevar audífonos. Aún así, podemos afirmar que es frecuente que con el paso del tiempo, y siendo más conscientes de sus necesidades, acaben cediendo y sometiéndose al esfuerzo que supone el comienzo de una primera adaptación, sobre todo porque seguramente la primera vez fueron obligados por un familiar y ahora acuden por su propia voluntad. Una vez superada esta primera etapa, la adaptación es tan exitosa como para los usuarios predispuestos y convencidos.

Pero vamos a centrarnos en las posibles causas de rechazo de una persona que, al contrario de lo dicho anteriormente, acude por su propia voluntad al audiólogo. Lo habitual es encontrarnos con el caso de un familiar que va perdiendo progresivamente su audíción, y después de años de falta de comunicación y frustración, finalmente visita un audiólogo, invierte en unos audífonos, y al poco tiempo... ¡acaban en un cajón!.

¿Cuáles son las posibles causas en estos casos?

La comodidad puede ser un problema si los audífonos son viejos o están mal preparados. Los fabricantes de audífonos, cada año intentan innovar en sus últimos modelos de ayudas auditivas, intentando que sean más elegantes y cómodos de usar durante todo el día, incluso si el usuario lleva gafas. Además, cada fabricante tiene un catálogo con varios modelos y  colores.

Si el audífono tiene más de cinco años, puede ser que el auricular, o el propio audífono si es un intracanal, sea incómodo y no se ajuste correctamente al oído. 

Los audífonos son una inversión importante, por lo que es necesario que los usuarios sientan cómo les está proporcionando un beneficio. Si no reconocen un cambio en su audición al utilizarlos, es posible que se sientan frustrados y piensen que el esfuerzo económico realizado no vale la pena. Es importante que visiten a su audiólogo para que ajuste mejor sus audífonos.

Los audífonos actuales son re-programables, por lo que si hay situaciones auditivas específicas que son habituales para el usuario, tales como escuchar música, conversar en un restaurante ruidoso, hablar en el coche, etc. tendrá que especificar estas situaciones al  audiólogo, ya que puede volver a programar los audífonos para mejorar su experiencia auditiva en esos entornos. Por ejemplo, con la tecnología de Phonak AutoSense OS, el audífono puede adaptarse automáticamente a casi cualquier situación, ya que crea más de 200 configuraciones distintas para los diferentes entornos sonoros, mientras que también posibilita al audiólogo mejorar cualquiera de estas situaciones de escucha que el usuario necesita.

Los audífonos son aparatos pequeños y delicados que necesitan mantenimiento para garantizar una larga vida. Debido a que están expuestos a sudor, el agua, la cera del oído, la suciedad y el polvo, es importante limpiarlos y secarlos. El audioprotesista debe explicar el mantenimiento básico diario, nada complicado, y cada cierto tiempo es recomendable acudir al centro auditivo para realizar una limpieza más profunda, cambiar filtros, adaptadores, tubos, etc. Además, para que funcionen el usuario siempre necesita baterías nuevas disponibles, por lo que siempre hay que estar pendiente de llevar pilas en la cartera. 

Los chicos de Phonak han querido agilizar el mantenimiento que debe realizar el usuario, y sus nuevos audífonos recargables Phonak Audéo B-R lo simplifican ya que se almacenan en una caja donde ambos se secan y se recargan colocándolos en ella y cerrando la tapa, lo que ayuda en el mantenimiento y cuidado diario normal de los audífonos. Con el nuevo modelo recargable de Phonak se acabó el comprar pilas nuevas, y un deshumidificador.

Aún seguimos con el dichoso 'estigma' que tienen los audífonos... 

Y como decimos en la página de bienvenida de nuestra web: "Un error común es pensar que los audífonos son sólo para gente mayor, un signo de debilidad, o que les va a hacer parecer menos competentes o "minusválidos". Confundir las palabras, responder de forma inapropiada y quedar fuera de las conversaciones son síntomas mucho más obvios que llevar un pequeño audífono que le ayude a eliminar estos problemas. No solucionar la hipoacusia le puede afectar a su calidad de vida de muchas maneras".

Cuando se llega a cierta edad es común realizarse los controles de salud rutinarios tales como la presión arterial, pruebas de colesterol y exámenes de la vista, pero la audición se suele pasar por alto, incluso si ya se tienen pérdida auditiva. Si el usuario de audífonos se realizó una revisión auditiva hace unos años, es posible que la pérdida haya incrementado, por lo que los audífonos pueden haberse quedado obsoletos para él. O quizás se solucione con una nueva re-programación. 

A continuación os comentamos situaciones reales en las que el paciente 'abandonó' y cómo se podía haber evitado.

Por fin accede a comprarse unos audífonos después de tres años de lucha por parte de su esposa. En la primera semana, ya se rinde y frustra quejándose de que los sonidos eran demasiado fuertes, los audífonos incómodos de llevar, no le ayudaban a oír en las reuniones, además se siente observado y criticado. Lo peor de todo es que tiene miedo de que lo vean laboralmente 'acabado' y no le promocionen en la empresa.

¿Soluciones?

• Mejorar el ajuste de los audífonos buscando un buen profesional que asegure que sean cómodos y satisfacen las necesidades particulares. Los audífonos correctamente equipados no sólo deben tener el tamaño correcto, sino que también deben calibrarse y amplificarse para sus necesidades específicas. Si el primer ajuste no es correcto, se debe solicitar otra cita con el audiólogo. Los audiólogos estamos tan interesados como tú en que la adaptación sea un éxito.
• Hay que ser realista. A diferencia de las gafas que pueden producir resultados inmediatos, toma tiempo adaptarse a los audífonos. Recordemos que al cerebro se le pide que procese sonidos que no se han escuchado en mucho tiempo, o nunca. Hay que ser paciente y darse por lo menos de seis a ocho semanas para aclimatarse. ¡La paciencia se verá recompensada!.
• Lo que es evidente es que un trabajador con pérdida auditiva sin adaptar nunca será tan competente como otro que ha corregido su pérdida auditiva. 

Ella es una adolescente típica. Pasa los días y las noches con su teléfono móvil en la mano, chateando con sus amigos. El Whatsapp es su método preferido de comunicación. En el instituto sus amigos hablan tan rápido y a la vez, que pierde gran parte de las conversaciones. Tiene tanto miedo de ser "diferente" que evita las multitudes y las situaciones sociales agitadas para evitar quedar como "torpe". 

A pesar de que tiene una pérdida de audición de moderada a severa en un oído y un audífono para compensarla, le da vergüenza llevarlo, a pesar de su tubo delgado, casi invisible. A esta edad se suele tener una gran vida social y tiene miedo a ser rechazada por llevar un audífono.

¿Soluciones?

• Lo cierto es que las relaciones y la vida social mejoraron significativamente al corregir la pérdida auditiva. Poder escuchar, y lo más importante, poder interactuar con otros puede no sólo mejorar la vida social, sino también permitir expresarse tal cual uno es y hacer lo que uno ama.
• En un mundo abrazado a la tecnología como es el actual, es habitual ver a jóvenes caminando por las calles con auriculares inalámbricos Bluetooth, u otras tecnologías en sus oídos. Nadie notará un audífono retroauricualar de tubo delgado. Y si lo hacen probablemente no les importará, de hecho incluso pueden pensar que es genial!.
• Escuchar mejor nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos, nos refuerza la confianza, y nos da más independencia 

Para él, el problema con sus audífonos no es estético sino técnico. Se pasa el tiempo inquieto y quejándose de ellos, y dice no notar casi ninguna diferencia si no los lleva puestos. "Es más un problemas que un beneficio" dice, "además me apaño bien sin ellos."

Al ser un tipo inquieto, fue al primer centro auditivo que encontró, sin informarse acerca de la experiencia del audioprotesista, ni investigar las diferentes marcas y características disponibles en el mercado. Básicamente, no participó plenamente en el proceso de ajuste, lo que nunca va a conducir a un final feliz.

¿Soluciones?

• Encontrar a un buen profesional. Trabajar con un especialista que determine, según el estilo de vida y necesidades de escucha, la tecnología para satisfacer esas necesidades. Establecer un calendario de visitas de seguimiento para asegurar que los audífonos están cubriendo las necesidades, y que el ajuste es el correcto.
• Informarse sobre los avances de las nuevas generaciones de audífono de los principales fabricantes, tales como los micrófonos direccionales adaptables que son útiles en entornos ruidosos y hacen las conversaciones mucho más fáciles, la supresión de la retroalimentación que elimina los silbido o pitidos... etc. Un audioprotesista profesional le informará de la tecnología que es más apropiada para su caso particular.
• En un estudio reciente, la mitad de los usuarios de audífonos dicen que mejoraron sus relaciones sociales, y un tercio de los encuestados incluso vieron mejoras en su vida de pareja. 

La audición es una parte fundamental de la vida cotidiana. Puedes tratar de convencerte a ti mismo y a los demás de que no influye negativamente en tu vida tener pérdida auditiva, pero lo cierto es que tu audición puede estar deteriorándose lentamente sin que lo sepas, lo que conduce a una gran frustración y aislamiento social.

Si eres un usuario rendido, ¿estás listo para volver a escuchar la vida a todo volumen?. Lo primero que debes hacer es ser honesto acerca de las razones por las que no usas los audífonos. ¡Márcate retos, establece objetivos y recompensas por alcanzarlos!. Los sonidos que recuperas son ya recompensas por sí mismos.

Centro Auditivo Cuenca

Hearing like me 5 reasons people dont wear their hearing aids