Protege los oídos de los 'delfines' de la casa, y los tuyos, de la otitis.

Las otitis externas constituyen un grupo de enfermedades que cursan con infección del canal auditivo externo, que se extienden ocasionalmente al pabellón auricular o a la capa externa epidérmica de la membrana timpánica. Presentan habitualmente los siguientes síntomas:

• Dolor, presente en más del 90% de los casos.
• Otorrea, supuración de líquido por el conducto auditivo externo
• Picor
• Sensación de plenitud
• Hipoacusia leve de transmisión. Tiene lugar por la obstrucción del CAE por la supuración y los detritus de descamación. 

En España es una enfermedad muy frecuente en verano debido al clima cálido y húmedo de algunas zonas, y a la gran afición al baño en piscinas o en el mar, la necesidad más frecuente de duchas y la práctica habitual de deportes acuáticos.

Las personas que sudan abundantemente, mantienen también un mayor grado de humedad en el CAE, manteniéndose las condiciones idóneas para la aparición de este tipo de otitis.

Los lavados de oídos frecuentes también se llevan el manto lipídico que cubre la piel y que protege a ésta de la infección por bacterias u hongos, facilitando el paso de agentes infecciosos a la dermis.

La ausencia de cerumen, que también es protector, los frotamientos y pequeños traumas del CAE con bastoncillos, palillos u otros útiles, empujan y aglomeran el cerumen y desprotegen la zona distal.

En definitiva, la piel del CAE, desprovista de sus medios de protección, sufre una maceración por la acción de la humedad y el calor; sobre esta piel macerada actúan con facilidad los gérmenes gram negativos que desencadenan la enfermedad.

Una vez obtenida la curación, en los casos leves con un tratamiento tópico (gotas, gel o crema con antibiótico y corticoides), y en los casos moderados y graves con antibiótico y corticoides oral, acompañado de un antiinflamatorio/analgésico para el dolor, si fuera preciso, entonces se debe prevenir al paciente de la posibilidad de futuros brotes, indicando que parece existir una susceptibilidad individual que hace que determinados sujetos padezcan más fácilmente la enfermedad.

Se debe aconsejar no introducir agua en los oídos, no utilizar bastoncitos de limpieza, no utilizar utensilios para el rascado, sustituir la natación por otro deporte, etc. 

Para evitar futuras otitis, si usted practica algún deporte acuático, es aconsejable el uso de tapones a medida personalizados.