Audiometría, siempre en un centro especializado

Resulta evidente que cualquier prueba audiológica debe realizarse en un ambiente especialmente silencioso, de forma que el único sonido audible sea la señal del test. Una habitación que aparentemente creemos silenciosa puede tener un ruido de fondo de 30 dB, y en estas condiciones de ruido ambiental, los resultados obtenidos de los umbrales auditivos del paciente pueden verse alterados.

Por eso titulamos este artículo "Audiometría, siempre en un centro especializado" ya que para empezar, si no disponemos de un entorno adecuado y de una cabina audiométrica o sala insonorizada, las condiciones no son las óptimas, por tanto los resultados de la audiometría no son reales.

Esto es razón suficiente para demostrar lo inadecuada que es la venta ambulante de audífonos (aunque lamentablemente se practica), y la audiometría y venta de audífonos 'on line'.

Justamente para evitar esos ruidos indeseables y poder realizar correctamente la prueba se construyeron las cabinas insonorizadas audiométricas con paredes anecoicas. Estas cabinas están construídas con materiales aislantes del ruido y permiten un ambiente interior razonablemente insonorizado, que cumple con los requerimientos mínimos que se exigen para la construcción de cabinas audiométricas. 

 

Hay cabinas que atenúan el sonido exterior más que otras, y eso dependerá de la calidad de su construcción. También difieren en cuanto a sus dimensiones, ya que algunas tienen apenas un metro cuadrado de superficie interior, y otras que tienen mayores dimensiones que son más apropiadas para realizar las audiometrías en campo libre (con altavoces separados entre si). Algunas permiten incluso introducir camillas par realizar estudios electrofisiológicos con el paciente tumbado.

 

Todas las cabinas disponen de una ventana de doble, incluso triple cristal, y sus puertas pueden abrirse también desde dentro.

 

Es preciso asegurarse de que los niveles de ruido dentro de la cabina no superan los especificados por ley. Si el ruido exterior es elevado se instalará la cabina en una habitación más silenciosa. Esta medición se realizará con un decibeliómetro o sonómetro, no decidiéndose la ubicación definitiva de la cabina hasta que se cumpla la  normativa internacional.

En el siglo XIX e incluso a principios del XX, la valoración de la audición se realizaba con diapasones. En 1920 se introdujo el audiómetro electrónico que no ha dejado de mejorar en precisión y prestaciones a lo largo de todo este tiempo. Las prestaciones de cualquier audiómetro clínico son estandarizadas ya que siguen una normativa establecida, por lo que los resultados obtenidos con audiómetros de diferentes marcas, siempre que estén bien calibrados, podrán ser comparados. Los audiómetros deberán ser calibrados anualmente, para evitar desajustes en los equipos.

Todos los audiómetros deben contar con:

• Un equipo de auriculares para testar la vía aérea o para realizar el enmascaramiento.
  
• Dos altavoces para las pruebas en campo libre para testar la vía aérea, obviamente.
  
• Un vibrador que permita la emisión de sonidos transmitidos por vía ósea.
  

El audiómetro clínico debe tener un generador de sonidos puros para las frecuencias 125 250 500 1000 2000 4000 y 8000 Hertzios, aunque los modernos también generan tonos intermedios 750 1500 3000 y 6000 Hertzios. 

La escala de intensidades está hecha en dB HL de forma que los 0 dB corresponde al umbral de audición normal para cada frecuencia.

La intensidad en decibelios se controla mediante un potenciómetro que permite graduar ésta de 5 en 5 dB, de 2.5 en 2.5 dB, o de 1 en 1 dB.

Para los estímulos sonoros emitidos por vía aérea el audiómetro tiene una salida máxima diferente en las diversas frecuencias. 

125 Hz   máximo de 70-80 dB

250 y 4000 Hz  máximo de 120 dB

8000 Hz  máximo de 80-100 dB

Para la vía ósea las intensidades máximas de salida son menores:

125 Hz  no emiten señal

250 Hz  máxima de 40 dB

500-4000 Hz  máxima de 60-75 dB

6000 Hz  máxima de 50 dB

algunos permiten testar 8000 Hz   máxima de 60 dB aunque lo habitual en vía ósea es estudiar hasta la frecuencia 4000 Hz.

La intensidad mínima tanto para la vía aérea como ósea es de -20 dB. 

Los tonos presentados la paciente podrán ser continuos o intermitentes, en caso de padecer de acúfenos o tinnitus de sonido intermitente o continuo, respectivamente, de manera que tenga el paciente facilidad de distinguir el sonido presentado.

Los audiómetros clínicos cuentan además con con un emisor de sonidos de banda estrecha para ensordecer el oído no explorado, también llamado sonido enmascarante.

Para poder realizar audiometrías de alta frecuencia AAF necesitaremos audiómetros específicos que generen sonidos en frecuencias de hasta 20000 Hz.

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