Trastornos del procesamiento auditivo central

¿Qué es el trastorno del procesamiento auditivo central?

Es cada vez más frecuente encontrar, tanto en adultos como en niños, pacientes que presentan dificultades para entender el lenguaje hablado, a pesar de tener unos umbrales auditivos buenos. Este déficit puede ser debido a problemas en el procesamiento de la señal auditiva, lo que se conoce como trastornos del procesamiento auditivo central.

 

 

Según la ASHA, American Speech Language Hearing Association, los trastornos de las funciones auditivas centrales son el resultado de un déficit en el procesamiento sensorial que afecta a la audición, la comprensión del habla y el aprendizaje. Son producto de la incapacidad o falta de habilidad para atender, discriminar, reconocer o comprender la información de origen auditivo.

 

¿Cómo se manifiesta el trastorno del procesamiento auditivo central?

El procesamiento auditivo central es responsable de las siguientes manifestaciones comportamentales:

 

  • Separación biaural: habilidad de atender a lo que se escucha por un oído ignorando lo que se oye por el otro.
  • Integración biaural: mantener el rendimiento auditivo cuando hay señales acústicas competitivas.
  • Ordenamiento temporal del patrón auditivo: discriminación auditiva de las diferencias en frecuencia y duración del estímulo auditivo.
  • Cierre y separación monoaural: rendimiento auditivo cuando hay señales degradadas, filtradas o comprimidas respecto al tiempo.
  • Discriminación auditiva: capacidad de expresar cuándo dos estímulos auditivos son diferentes.
  • Localización del sonido: ubicar la fuente que emite el sonido.

 

Diagnóstico del Trastorno del Procesamiento Auditivo Central

Se diagnostica cuando se observa un déficit en una o varias de las siguientes conductas:

  • Localización y lateralización del sonido.
  • Integración de señales auditivas competitivas o degradadas. 
  • Discriminación auditiva.
  • Reconocimiento de patrones auditivos.
  • Reconocimiento de aspectos temporales de la audición como resolución, enmascaramiento e integración temporal, y ordenamiento secuencial.

 

 

Se han observado en una gran variedad de poblaciones clínicas, incluyendo aquellas afectadas por lesiones del sistema nervioso central, afasias, enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer) o traumatismos craneoencefálicos. También se han podido observar en individuos con trastornos del desarrollo, retrasos del lenguaje, dislexias, dificultades de aprendizaje y trastornos por déficit de atención, hiperactividad y autismo. También en pacientes con otitis crónica media recidivantes y en personas mayores como resultado del proceso de envejecimiento.

 

Síntomas principales

Principales síntomas que hacen sospechar de un trastorno de las funciones auditivas centrales:

 

 

  • Dificultad en seguir instrucciones verbales.
  • Ecolalia.
  • Repetición frecuente de las partículas ¿qué? y ¿eh? durante las conversaciones.
  • Dificultad en la discriminación del habla, especialmente en entornos ruidosos.
  • Déficit atencionales/hiperactividad.
  • Habla poco clara.
  • Dificultad en la memorización de nombres y lugares.
  • Dificultad en la repetición secuencial de palabras y números.
  • Retraso del habla o el lenguaje.

Batería de pruebas para el diagnóstico

Pruebas comportamentales:

  • Audiometría en tonos puros que permite detectar y cuantificar el grado de pérdida auditiva periférica.
  • Test de reconocimiento del lenguaje hablado, teniendo en cuenta el rendimiento de la función: desempeño/intensidad en el reconocimiento de palabras en todas las frecuencias del lenguaje y comparando los resultados de los dos oídos.
  • Pruebas dicóticas en las que se estimulan ambos oídos, que incluyan dígitos, palabras y oraciones en secuencias que permitan evaluar el procesamiento auditivo temporal.

Pruebas electrofisiológicas:

 

 

Opciones terapéuticas

 

Realizado por un equipo interdisciplinado y de manera prolongada, debe realizarse tan pronto como sea posible.

 

El tratamiento debe ser individualizado, intensivo y extensivo según el déficit del paciente, y debe ser reforzado permanentemente para incrementar el aprendizaje. Se debe actuar tanto en clase o lugar de trabajo como en casa.

 

 

Entra las estrategias propuestas las más aceptadas son:

  • Mejorar la calidad de la señal acústica.
  • Modificar el ambiente en el que se desenvuelve el paciente.
  • Mejorar las habilidades auditivas mediante el entrenamiento auditivo
  • Estimular la utilización de recursos cognitivos.

 

Los adultos que presentan desordenes del procesamiento auditivo se pueden dividir en cuatro grupos:

  • Pacientes diagnosticados en la infancia y que aún siendo tratados no es suficiente para cubrir las necesidades en su vida laboral.
  • Pacientes no diagnosticados en la infancia aunque lo padecían, por lo tanto no fueron tratados y por tanto persisten sus limitaciones.
  • Pacientes que sufren un desorden reciente asociado a patologías del sistema nervioso central.
  • Pacientes que desarrollan el desorden dentro del proceso degenerativo propio del envejecimiento.

El tratamiento dentro de los cuatro grupos deberá de ir encaminado a mejorar la calidad de la señal auditiva con el uso de sistemas FM, amplificadores para el teléfono, además de aprovechar las habilidades cognitivas y del lenguaje no verbal para mejorar la comprensión de la información, y hacer modificaciones en la vida laboral y académica que mejoren su desempeño. 

 

 

 

 

Alteracions de las funciones auditivas centrales JJ Barajas de Prat y F Zenker Castro

Desordenes del procesamiento auditivo IJ Ruiz Restrepo y JR Castro Medina

American Speech Languaje Hearing Association

 

 

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